martes, 25 de octubre de 2011

Igual que ayer, mi amor


Nunca había sentido algo así,
la vida me mantuvo siempre en paz,
llegaste a abrir las puertas del dolor
y a regalar la soledad.

Tu piel envenenó mi corazón,
dejándome en completa oscuridad
y así en lugar de olvidarte yo,
te fui queriendo mucho más.




Intente alejarme.
No pensarte más, no pensarte más.
Me dolió entregarme,
como nunca... lo hice jamás.